pequeñeces

Me he dado cuenta que a punto de llegar a la “mayoria de edad” sigo sonriendo al recordar cosas de mi niñez... jamas olvidare como jugaba con muñecas como si fueran mis hijas, que no me gustaba Ken porque creia que todos los hombres debian ser asi, y no me enamoraria jamas de un hombre que no fuera un “Ken” sin contar que hay hombres mejores y que todos los hombres a mi alrededor eran raros especimenes ya que no se parecian a el; que preferia mil veces jugar con los coches de mi hermano y mama me ayudaba a construir rampitas, agarrabamos todos sus juguetes como los avioncitos y cosas asi... jugabamos y antes de que llegara mi hermano, los guardabamos para que no se fuera a enojar; y como juegos que ahora son una estupidez, podian parecerme lo mas complejo e interesantes, el perseguir a alguien en casa pidiendole que jugara conmigo y sentir que nadie me queria porque todos rechazaban mis invitaciones., cuando ahora los comprendo y me pongo a pensar si yo si estaria dispuesta a jugar; o recuerdo muy bien haber llorado cuando algun mayor decia que era su novia y me escondia tras mama o papa y le decia “verdad que no?”, haber jugado a la casita y que alguien haya dicho “tu eres la mama y yo soy el papa” o “tu eres la mama, el es papa y nosotros somos los hijos” y todas pelear por no tener que ser la mama... pero cuando no me podia safar, recuerdo que me ponia a “cocinar y cocinar” ojala lo unico que hiciera mama fuera cocinar, asi no se agotaria tanto... recuerdo muy bien haber esperado al niño Dios o a los reyes, o al mismo raton de los dientes, recuerdo esa sensacion al irme a dormir, y creer que dormi una eternidad levantarme y llegar a la cama de mama y papa mostrandoles todo lo que me habian traido y ellos entre dormidos me daban el avion y ponian cara de sorpresa... tambien recuerdo cuando comenze a crecer, mama ya no me queria vestir ni mucho menos yo porque “ya era grande” y mama me decia “jimena, que es eso? Vete a cambiar” y comenzaba una batalla, en la que nadie salia contento... me daba miedo acercarme a ella para contarle mis cosas creyendo que se iba a enojar por todo... sin pensar que ahora me llevaria tan bien con ella... y comenze a tirar todas esas cosas que “te hacen una niña” sin comprender que todas esas “niñerias” nos hacen crecer... pero hay que darnos cuenta de cuales son las pequeñeces que nos hacen grandes... que mas bien yo las llamaria “grandes pequeñeces”... y cuales son las pequeñeces que simplemente son “pequeñeces insignificantes”... porque las dos nos ocurren dia a dia... y debemos intentar salvar esas que valen la pena